Lo dejaron parapléjico

Un hombre que se desempeña como entrenador de tenis resultó realmente herido, cuando un funcionario vestido de gala le disparó en la cabeza, exactamente al solicitarle que le permitiera entrar a la estación del Metro de Santo Domingo, cuando proactivamente se había terminado el ingreso a este medio de transporte público.
El atleta, reconocido como Andreuris Antuna Rudecin, recibió un disparo en uno de sus ojos, soportando como secuela una alteración craneoencefálica confundida con el arma de reglamento descargada por Luis Miguel Cueto, raso de la Multitud de la República Dominicana, esto ocurrió mientras se encontraban en las afueras de la estación Máximo Gómez.

Actualmente el grupo de la víctima culpa al oficial de seguridad por la feroz hostilidad contra el mentor, mientras que su abogado califica la realidad como "homicidio intencional calificado" que según el Código Punitivo se ejemplifica como delito propiamente dicho.
Asimismo, demostró que Andreuris está para siempre perjudicado, ya que "tiene la mente disipada por todo el cráneo, perdió la pieza occipital y parietal del cráneo, las partículas del cerebro le salían por el ojo (…) y lo máximo que va a quedar Andrés es parapléjico".
Los miembros de su familia se quejan de que después de la ocurrencia, ningún poder del lugar de trabajo para la modernización del transporte (OPRET), que es la fundación responsable del metro, ha traído la puntería de moverse hacia ellos a la tabla para la ayuda o justificarse.
Los peritos responsables del caso dirigieron medidas coercitivas preventivas, durante un tiempo considerable, al especialista comprometido con la manifestación, las cuales deberían ser cumplidas en la cárcel del Lugar de Rectificación y Restauración para Militares en Lucha con la Ley, conocida como la cárcel del Polvorín de Estate Mella.
Cabe destacar que en una comparecencia fundamental, el funcionario formalmente vestido demostró que ambos tuvieron una refriega y que en ese momento "se disparó" el arma.
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